martes, 15 de diciembre de 2020

Una lucha continua

Mi país ha cambiado, la crisis social fue el incipiente comienzo de un estruendo voraz, el que cada día se hace más fuerte. Lo cierto es que ya no nos referimos a un asunto en particular, sino que la voz del pueblo ha constituido una expresión de vocería, reclamo y descontento frente a un cúmulo de situaciones que parecen injustas a los ojos de la sociedad.
¿Es este el nuevo mecanismo para apelar a la justicia social?
De pronto nos convertimos en un país en declive y el soneto de las voces, las cacerolas y las manifestaciones grupales, son la herramienta hoy por hoy más cercana a la democracia. De manera agresiva, punitiva y lapidaria, las redes sociales se han encargado de poner bajo la horca, a todo aquel que contraponga los principios y valores del otro. Una realidad que cobra estrepitosamente justicia y ha sido capaz de revertir procedimientos judiciales, políticos y sociales. Al parecer el pueblo está haciendo escuchado, sin embargo... ¿Es esta la herramienta más adecuada para enfrentar a nuestros adversarios?
Lo cierto es que el descontento sigue y las razones se vuelven cada vez más poderosas, pues pasamos de un País conformista e ignorante a uno con agallas, coraje, contestación y rebeldía. El punto de estallido constituyó sólo el eslabón de las causas ignoradas y con ello se fueron sumando un listado de asuntos errónea o malamente atendidos por quienes nos han gobernado durante años...
-La Carta Magna estuvo en el punto de mira durante la ola de protestas y las razones de los que clamaron para cambiarla, tiene que ver con su ilegitimidad de origen: Dictada durante una dictadura militar.
-Los más de 160 menores que recibieron perdigones, balas y maltrato.
-La permanente desigualdad en ámbitos sociales, en el sistema de pensiones, en la privatización del agua, en la salud.
-El sistema de pensiones que actualmente rige en ese país—creado en 1982.
-Salud y desprotección: Según la Encuesta de Caracterización Socioeconómica Nacional (Casen), las personas afiliadas a FONASA alcanzan el 80%, mientras que las que tienen acceso al sistema privado de ISAPRE representan menos del 20%. Entre ellos, la ausencia de hospitales y especialistas, la atención primaria de salud para prevenir enfermedades y la necesidad de reducir las listas de espera que, durante los últimos años, ha aumentado a casi dos millones de personas.
-Transporte público: un problema sin resolverse
-Privatización del agua: El modelo de gestión que fue establecido en 1981 genera polémica pues sus críticos dicen que, si bien reconoce el agua como un bien nacional de uso público, establece que los particulares (o privados) puedan constituir sobre las aguas derechos de aprovechamiento de carácter perpetuo.
-Educación y la movilidad social
-Abusos y corrupción: Colusiones entre empresas para fijar precios de sus productos, evasión de impuestos de grandes compañías y el destape de la corrupción en diversas instituciones son parte de los escándalos que se han apoderado de la portada de los diarios chilenos en los últimos años.
Y la lista sigue...Los Chilenos ya no están dispuestos a esperar, han ejercido con legitimidad el poder de justicia y han sentado sobre el banquillo de los acusados, los hechos repudiables, inmorales e injustos. Es así, como bajo esta presión social se han podido sellar varios acuerdos, doblegando los mismísimos poderes del estado. Al parecer será esta la estrategia del futuro, una donde el dialogo ya no exista y donde los hechos resolutivos e inmediatos, serán las únicas razones para bajar los brazos y dejar de luchar por las causas ignoradas.
Un País que suponía avanzar en desarrollo económico y social, ha detenido su marcha de crecimiento, estancándose en la tozudez gubernamental y en la ceguera permanente de quienes no logran entender que un desequilibrio social, convierte a un País pobre, descontento y estancado. ¿Es legitima entonces la nueva estrategia social para exigir democracia e igualdad?.

La balanza

A 400 días del inicio de la pandemia en Chile, la situación país está cada vez peor, realidad que se hace notar con más fuerza en algunas l...