Las palabras dejan huellas

La comunicación es una herramienta necesaria para poder entendernos, la cual contiene infinitas formas de ser traspasada a un interlocutor. El lenguaje gestual o corporal, la proximidad y los sonidos sin palabras, permiten transmitir lo que no decimos con palabras, mecanismos que muchas veces nos entregan una interpretación más clara que el mismo lenguaje oral. Los múltiples códigos a través de la historia, nos permiten decodificar e interpretar un determinado mensaje, constituyendo una actividad esencial para la vida. La comunicación asertiva es aquella que logra expresar lo que se desea a otro individuo de forma simple, oportuna y clara. La falta de verbalidad o capacidad lingüística, no necesariamente desvirtúa el sentido de un mensaje asertivo, no así la intención y el propósito de la acción emisora. Es muy fácil arrojar al azar una tormenta de emociones o un sentir de oscuridad espiritual, sin poner cuidado en las consecuencias que esto puede provocar como parte de un acto irresponsable y dañino. Somos almas diferentes con características peculiares y distintivas, es por ello que siempre será más importante definirse por los actos más que por las palabras... Existen discursos armoniosos, tonalidades delicadas y palabras que suenan coherentes, sin embargo, aquello se desvalorizará si las acciones son incongruentes. Es necesario por tanto, poner cuidado tanto en nuestras palabras como en nuestro actuar...como adultos somos responsables de aquello. Entendiendo por ello a quien ha llegado a su pleno desarrollo físico y mental.. Y como sujeto que ya tiene la madurez física y psicológica necesaria, puede tomar sus propias decisiones de manera consciente, asumiendo las consecuencias de sus actos. Detente!.