El estadillo social en Chile, ha tenido como principales protagonistas a jóvenes y niños aguerridos y audaces. Para muchos la voz "representativa" del fondo de este asunto y fervientes protestantes de una lucha con causa, para otros solo sujetos "desocupados", encasillados como delincuentes violentistas y marginales.
Intentando tener una mirada objetiva en este punto, no observo consecuencia en sus actos, discursos o gestos en pro de una causa significativa.
Por un lado esta el cuestionamiento permanente de "vivir en igualdad", sin embargo, la batalla se enmarca en sus propias comunas. Abatiendo la escasa tranquilidad existente, reduciendo fuentes de trabajo e incrementando el miedo y la inseguridad en toda una población.
Para mi la lectura es clara, muchos de estos manifestantes desconocen la verdadera causa del conflicto, empoderando sus "espectáculos sociales" agrupados en masa, encapuchados, armados y provistos sólo de coraje y valentía.
Es probable que un número significativo de esta turba juvenil, no haya tenido nunca una participación cívica, argumentando: "Que no existe figura representativa para ellos". Sin embargo, cada elección pone a disposición una amplia parrilla de individuos "para todos los gustos", unos menos creíbles que otros, pero con identidad clara del partido político que han decidido representar. Comodidad, desgano o desinterés...como sea, no son cara visible del gesto más democrático que puede tener un ciudadano.
Menos de la mitad de los chilenos votó en la última elección electoral, cuya participación alcanzó un 46% del padrón De un total de 14.347.288 chilenos habilitados para sufragar en estas elecciones presidenciales, alrededor de 6.650.000 ejercieron su derecho a voto.
Fuente: Emol.com - https://www.emol.com/noticias/Economia/2017/11/19/884005/Menos-de-la-mitad-de-los-chilenos-voto-Participacion-electoral-alcanza-un-46-del-padron.html
Así fue entonces que el día 31 de octubre en medio de esta gran batahola, se propone un proyecto que establece que el voto sea obligatorio para todos los ciudadanos, quedando sólo excluidos de ello los mayores de 80 años.
No existe certeza si la elección de un Jefe de estado X vaya a hacer la diferencia. Convencida que la distribución de las causas que acogen a la ciudadanía, deben partir de un alma que vea màs allá de los interés políticos, siendo un fiel conocedor de las distintas realidades que tiene el país y que miré al pueblo de la misma forma que haría con su familia: Con igualdad y respeto.
Muy idealista quizás, pero creo que aún quedan seres sensibles, empáticos y capaces de conducir una Nación con liderazgo y compromiso real.
"Debes amar a Chile para entender cuales son sus necesidades, sus carencias, sus preocupaciones y trabajar para ellas".
Muchas causas han perdido el sentido en el camino, empañadas por el régimen violentista de los hombres de cara cubierta. Me causa extrañeza observar en los medios con que libertad e impulso se toman las calles, convertidos en dueños de una propiedad legitima para todos. Estado democrático que ellos citan de forma abusiva, pues limitan el transitar con igualdad, entorpecen la tranquilidad y ejercen autoridad con las fuerzas de orden publico de manera inversa.
El quiebre del gobierno y la incompetencia de las fuerzas de orden público, dejaron entrever la grosera cifra de delincuencia que existe en el País. Hasta entonces, muchos pensamos que vivíamos en una Nación que nos aseguraba orden y seguridad.
La situación fue otra y acá el punto repite un tema clave: ¡La nefasta educación en Chile!, capaces de reproducir una sociedad de Mala calidad.
El sistema educacional chileno da cuenta de agudos síntomas de inequidad, segmentación social y de deficiente calidad.
"Los procesos educativos del siglo XXI requieren de importantes transformaciones si se proponen favorecer procesos de aprendizaje que vayan construyendo sujetos críticos y reflexivos, capaces de relacionarse de manera distinta con el conocimiento, con la capacidad de comprender, explicar y criticar su realidad, de relacionarse con los otros respetando la pluralidad, de buscar y crear caminos, con la posibilidad de ir más allá de los límites impuestos y no sólo adquirir las competencias básicas para incorporarse al crecimiento económico".
Sin duda esto constituye el primer eslabón de lo que podemos llegar a ser como individuos. "La pata esta coja" en el eje más importante de toda acción legislativa. Claramente, no se ha puesto el enfoque en construir seres íntegros no sólo en lo actitudinal, sino también en su formación intrínseca como persona.
Me asombra, entristece y veo con visión poco optimista los cambios que se puedan generar después de esta revuelta social. En este punto particularmente no hay mucho que hacer, cuando las concepciones de un país no hicieron "la pega" desde la germinaciòn, no podemos pretender que el producto sea distinto. Acá no solo entran ajustes ministeriales y cambios en políticas publicas, también se suman las familias y la formación del profesorado.
Es necesario poner los esfuerzos en nuestras próximas generaciones: Cautivar, encantar y motivar a los nuevos rostros que se asomen buscando algún tipo de oportunidad.
Actualmente, Chile tiene 528.754 jóvenes de entre 15 y 29 años que ni estudian ni trabajan, popularmente denominados como “ninis”.
De acuerdo a cifras de Actitud Lab, la región Metropolitana concentra el 37% de este grupo, seguida por Bío Bío y Valparaíso (9.3%, cada una), La Araucanía (5,8%), Los Lagos (5%) y Antofagasta (4,6%).
Es una señal social, sin duda, es una muestra de la falta de oportunidades o del real acceso a la educación. Según cifras del Ministerio de Desarrollo Social, en Chile siguen habiendo 400 mil jóvenes que no terminan la enseñanza media.
Chile tiene hoy un problema más grande, que todos los que se han puesto sobre la mesa: Trabajar para el mejoramiento de la Educación como una herramienta de construcción para el futuro.
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